DIRIGIDO A TODOS EN CONCRETO PERO A NADIE EN PARTICULAR

Es tarde pero yo sigo sin poder dormir, recordando lo que ya pasó y no volverá, descubriendo sentimientos que no creía que estuviesen ahí. No sé que me pasa, quizás sea el temor de que dejé pasar mi oportunidad o quizás sean las circunstancias, como decía Ortega y Gasset, las que me hacen pensar así. Pero el nudo en la garganta sigue.

Cada vez me alejo más, ni siquiera sé que va a ser de mi dentro de un año, cuánto habré cambiado. Me da miedo crecer. Parece tonto, pero es así. Me da miedo crecer porque significa añadir nuevos miedos. Recuerdo cuando tán sólo tenía 5 años y decía las cosas tal y como las pensaba, sin pararme por las consecuencias o el que irían a pensar de mí. No es que ahora me importe mucho que vayan a decir de mí, que vá. Sólo que van a pensar aquellas que me importan y que significan algo para mí. Tengo grabada una escena de esa época cuando aún iba a párvulos, no recuerdo mucho más que eso. Sin embargo, me recuerda algo que perdí hace algún tiempo: luchaba por lo que quería, no desistía, la esperanza continuaba y tan sólo una pregunta rondaba en mi cabeza ¿Por qué no yo?

Si todos siguieramos siendo niños no andaríamos con indirectas ni medias tintas, no duraría el rencor ni las riñas. Me gustaría aprender dde los niños porque siento que el mio se está haciendo mayor.

Antes si una mirada brillaba con la mía no me detenía a pensar, actuaba directamente. Ahora resulta todo tan complicado. A medida que creces aprendes a complicar las cosas demasiado.

Ahora aunque se detenga el tiempo y perdida en esa mirada me olvide del mundo, al despertar por culpa de una voz o del claxon de un coche que pasaba por allí me pregunto ¿Ha sido verdad o sólo mi imaginación adivinando que me hubiera gustado que hubiera pasado? Y mientras intento reponderme, el momento ha pasado, un instante que de otro modo probablemente hubiera cambiado en cierta forma el rumbo de mi vida, si hubiese dicho lo que quería decir.

Es curioso como nuestra vida está compuesta de momentos inolvidables que no nos corresponden únicamente a nosotros, sino que siempre hay otra persona más, o muchas más, cada una recordándolos de una manera distinta, dependiendo el valor que les dé.

Para tí alguien puede ser el centro del mundo, mientras que para esa persona apenas seas una nimiedad o peor aún, ni siquieras existas. Estoy bastante pesimista esta noche. Sólo me queda el consuelo de que pronto puede que mi vida cambie para siempre.